Que les guste.
Un libro gordo y pesado que ya es best seller.
Editan "Buzardah", de Nube Fofetti, una descarnada respuesta a Abzurdah.
Después del boom de ventas protagonizado por la joven Cielo Latini y su bést-seller Abzurdah , en el que relata su experiencia como chica anoréxica, las librerías comenzaron a poblarse de ediciones dedicadas a retratar la siempre conflictiva relación de las adolescentes y la comida. De todos, el lanzamiento de Buzardah, escrito por la joven Nube Fofettim es el que se destaca, no solo por su peso literario, irrefutable, sino también porque se presenta como la contracara de Abzurdah. "Me como todo y las anoréxicas me chupan la argolla", dice Nube, desafiante, con sus orgullosos 134 kilos derramados sobre un sillón del Hotel Hyatt.
Las tendencias del mercado literario siguen sus propios vaivenes, y en ese devenir caprichoso se inscribe el éxito de Abzurdah, el bést-seller anoréxico-literario escrito por Cielo Latini, una joven anoréxica en recuperación que cuenta con lujo de detalles todas sus vivencias conflictivas con la comida. Es en el contexto de ese éxito que debe inscribirse el reciente lanzamiento de Buzardah, el primer opus de una joven obesa de 134 kilos llamada Nube Fofetti, que no tuvo empacho en revelar los secretos de su vínculo enfermizo con la comida. "Cuando rompí la cuarta balanza personal, me dije: "Gorda, hacé algo con ésto"", revela Fofetti. "Y como dieta ni en pedo hago, se me ocurrió escribir en un blog mi experiencia de vida para, de paso, putear a las putas anoréxicas, frígidas y malcomidas. Y de ahí al libro hubo un solo paso".
Decidida a explotar al máximo su condición de obesa, Nube confiesa que se tatuó la palabra "morcipán" en la parte interna del muslo izquierdo. "Lo que pasa es que no se ve porque me lo tapan los rollos". Fiel a su personaje, Nube charla con la prensa mientras ingiere tres hamburguesas, cinco hot-dogs, cuatro latas de gaseosa cola y dos barras de chocolate. "Me cuido, porque si como mucho, me agarra sueño y pedos y no da dormirme y cagarme en plena conferencia de prensa", concede la joven escritora. Con 19 años, 134 kilos y 1.49 m. de estatura, Nube aspira a ser "la Lanata con polleras", y advierte: "Quiero que sepan que si me dejan, me como a los chicos crudos".
Fragmentos de una obra grossa
"Tengo hambre. Ya me comí dos pizzas, una docena de empanadas y dos kilos de helado, y tengo hambre. No entiendo cómo esas putas bulímicas de mierda pueden vomitar después de comer una lechuga. Las odio con todo mi ser que hoy, 12 de agosto de 2004, pesa exactamente 123 kilos con 250 gramos. ¡Y voy por más!!
"Mi madre me llevó dormida a la clínica y el hijo de puta del cirujano me metió un cinturón gástrico. Quieren que baje sí o sí. Les dije que ni lo sueñen, que a menos que me cosan la boca, voy a seguir engordando".
"Les dije que el cinturón gástrico no les iba a servir. No podía comer nada porque no me cabía, pero el líquido no tiene límites para mí. Chocolatada, helado, vino, cerveza, yogur, postres, flan... Mi vieja ya me dijo que me lo van a sacar".
"Tengo 129 kilos y quiero seguir subiendo. Ayer leí que a una mina tuvieron que sacarla con una grúa de la casa para llevarla al médico porque no podía pasar por la puerta. ¡Idola!"
"Siempre creí que los gordos tienen los pedos mas olorosos. Pero no es cierto. A pesar de mis 131 kilos, ayer mi hermana se tiró un pedo mucho mas asqueroso que cualquiera de los que yo me haya tirado jamás..."
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Mortadela.
